Todo comenzó en marzo de 1970, cuando ví uno de sus discos por primera vez. Tenía la extraña impresión de conocerla ya. ¿Pero quién podía ser esta dama en vestido rojo? Escuché el disco y me dejé transportar por su voz. Este disco que no era para mí, finalmente me fue obsequiado. Para la Navidad de ese año, fue con placer que recibí un segundo álbum. ¡Tenia solamente 5 años de edad! Y continuó...Un día en 1974, mientras que mi padre daba vuelta a las páginas del periódico, que sorpresa de ver una publicidad de su próximo concierto en Montreal. Entonces, he tenido la alegría de asistir a su concierto en compañía de mis padres y de mi hermana.

Hoy, soy profesor, y a 59 años de edad, sigo apasionándome por el personaje. Dedico todos mis tiempos libres a buscar sus discos, sus fotografías asi como sus artículos periodísticos, sus entrevistas de radio y de televisión. Tomo placer de recompilar la información referente a ella para entender mejor su trayectoria. El advenimiento del Internet me ayudó a desarrollar mi red de contactos y a admirar el trabajo maravilloso alcanzado por otros fans a través de sus websites. A mi toca, deseo compartir las emociones y las miles horas del placer que Nana me ha proporcionado a través de sus canciones.